Experiencia de una paciente

Hoy, una paciente de Fem Visió nos ha enviado sus agradecimientos.

Por razones como esta es satisfactorio trabajar como optometrista y ayudar, día a día, a todas las personas que lo precisen. Gracias a todos.

Hola Roser, te envío algo que siento.

 Cuándo mi doctora Luisa Colomer me derivó a ti, pensé: esto es lo primero que tendría que haber hecho desde hace tiempo. He hecho muchos cursos que me han costado mucho esfuerzo y dinero que solo han servido para acumular títulos en una carpeta, ya que no podía ponerlos en marcha, no sabia como hacerlo.

Al intentar hacer dinámicas con Cohen Cía, yo debía realizar un esfuerzo superior que otros. Recuerdo un curso de risoterapia en el que tenía que decir el nombre del compañero de al lado mientras recibía su pelota y yo la devolvía diciendo el nombre de otro; mi pelota siempre acababa en el suelo. También recuerdo cuando leía: no era capaz de coordinar mi vista y mis palabras así que tenía que volver atrás para intentar comprender lo que estaba leyendo.

Cuando empecé hacer ejercicios de optometría con Roser empecé a tomar conciencia de que algo no iba bien en mí. Debo decir que el milagro ocurre cuando uno es consciente de lo que pasa y cuando alguien te va enseñando técnicas para alinear la vista con el movimiento y la voz en un mismo ritmo. Puedo asegurar que ahora ya no vuelvo a leer tantas veces el mismo párrafo para poder llegar a entenderlo.

Roser me ayuda mucho: tomo conciencia y mi cerebro toma nota. Es muy importante para mí y, me ha motivado tanto, que ensayo en casa cada día para poder avanzar con todas las herramientas que me da Roser. Noto el progreso, no sólo en mí sinó también en el orden exterior.

Muchas gracias Roser, un abrazo enorme.