Terapia Visual en adultos

Muchos profesionales de la salud visual aseguran que la corrección del ojo vago o ambliopía en adultos no es posible ya que el sistema visual del ser humano está totalmente desarrollado a los 8 años.

La experiencia clínica de los optometristas especialistas en terapia visual podemos asegurar que estas afirmaciones son erróneas. Tratamos diariamente a pacientes que han superado los 8 años y por no decir los 18 años, que han logrado no sólo superar el ojo vago sino también obtener visión binocular, es decir, que sus dos ojos trabajen de forma coordinada.

De todos es sabido que cuando hay una lesión cerebral y se ve afectado algún miembro del cuerpo, los fisioterapeutas trabajan para restablecer la movilidad de dicho miembro. Esto ocurre porque existe un proceso de neuroplasticidad que permite a las neuronas aumentar sus conexiones con otras y hacerlas estables como consecuencia de una estimulación sensorial y cognitiva.

En el caso del ojo vago o ambliopía, la mayoría de las veces, es consecuencia de la falta de estimulación de una de las vías visuales. Hay dos motivos principales por los que puede ocurrir:

• Uno es por la desviación de uno de los ojos, obteniendo una localización del espacio diferente y creando rivalidad visual en el cerebro. Gracias a la capacidad de adaptación en los primeros años de vida del cerebro, anulamos una de las imágenes por lo que la vía visual de ese ojo deja de estimularse y disminuye la agudeza visual. Si esto ocurriera en un adulto por un accidente traumático o lesión cerebral, como es el caso de un ictus o embolia, no hay adaptación del cerebro y quedaría con visión doble.
• Otras veces lo que ocurre es que aun habiendo una buena alineación ocular, existen diferencias importantes de refracción, sean diferencias de miopía, astigmatismo o hipermetropía que ocasionan imágenes distintas entre ambos ojos por lo que volvemos a estar ante una rivalidad visual.

Hace unos años se pensaba que como no había un desarrollo de la función visual de uno de los dos ojos una vez pasaba el periodo crítico, no había posibilidad de mejorar la visión. Pero estudios más recientes han podido confirmar que lo que ocurre no es una falta de estimulación de las neuronas que estimulan la corteza visual, sino una estimulación de las neuronas inhibidoras de la vía afectada. Esto significa que mediante estrategias terapéuticas apropiadas podemos conseguir desactivar las células inhibidoras y, de esta manera, activar las neuronas estimuladoras de la visión.