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Problemas de aprendizaje - Lateralidad cruzada

La lateralidad cruzada puede causar problemas en el aprendizaje, pasando muchos de sus síntomas desapercibidos o integrados en disfunciones como la dislexia.

Siendo un problema de desorden entre ambos hemisferios del cerebro se trata de enseñar a nuestro cerebro a organizarse y obtener las herramientas necesarias para afrontar las demandas escolares...

Son muchos los factores que intervienen en el aprendizaje y cada día existen más disciplinas que investigan sobre las diferentes causas que están provocando el aumento del fracaso escolar.

Es importante entender cómo se desarrolla y organiza nuestro cerebro para poder poner orden a los conocimientos que vamos obteniendo a lo largo de nuestra vida.

Sabemos que tenemos un Sistema Nervioso doble, dos riñones, dos pulmones, dos piernas, dos brazos, dos manos, dos ojos, dos orificios nasales y dos hemisferios cerebrales. En definitiva tenemos dos cerebros que han de ser capaces de organizarse para poder trabajar como una globalidad o una unidad.

 Problemas de aprendizaje - Lateralidad cruzada Cada uno de nuestros hemisferios tiene funciones diferentes, pero están conectados a través del Cuerpo Calloso. El objetivo de esta estructura es establecer relaciones entre las funciones más elevadas del Sistema Nervioso y conseguir que el lado derecho del cerebro sepa lo que hace el lado izquierdo, de lo contrario nos podríamos encontrar en situaciones en que ambos lados del cuerpo entraran en competencia.

Es por ello que durante el desarrollo tendemos hacia una jerarquización en el que uno de los hemisferios adquiere un papel dominante sobre el otro. Esto es imprescindible para orientarse en el espacio, en un tiempo, ubicar el cuerpo, y sobre todo, organizar la información mediante códigos gráficos (números y letras). Sin una buena lateralización, el niño no sabe si la escritura tiene que ajustarse a un patrón de ordenamiento diestro o zurdo, y puede interpretar igual"45" que "54", o "LA", que"AL".

Durante los cuatro primeros años de vida el niño va a conseguir un dominio total de su cuerpo y una simetría total de los órganos sensoriales. Cuando un bebé de seis meses voltea sobre un lado del cuerpo más veces que sobre el otro, significa que debemos estimular el volteo sobre el lado menos activado para que lo haga en ambos lados por igual y active los laberintos de forma simétrica. Ocurre igual con cada una de las asimetrías corporales.

Una vez obtenemos tal simetría es necesario que los lados opuestos de nuestro cuerpo se coordinen entre sí de forma automática, es decir, mano derecha con pie izquierdo y viceversa, ojos, oidos...alcanzando una función sensorial tridimensional (Visión Binocular estereoscópica (3D) , audición estereoaural y tacto estereognósico). Para ello es necesaria una gran activación del Cuerpo Calloso, de manera que pueda conectar con eficacia los dos hemisferios cerebrales.

Una vez el niño ha desarrollado todas las etapas prelaterales en las que ha desarrollado un cuerpo simétrico, y a aprendido a coordinar ambas partes corporales, empieza a lateralizarse de manera que hay un hemisferio dominante que dirige unas acciones determinadas y el hemisferio subdominante ayuda a ejecutarlas.

En la mayoría de los casos tiende a coincidir la dominancia de la mano, pie, oido y ojo, cuando la lateralidad a alcanzado su máximo grado de madurez. En ocasiones no ocurre así y podemos encontrar una desorganización lateral debido a una inmadurez del Sistema Nervioso o a condiciones patológicas o funcionales que han impedido que un determinado órgano sensorial se haya desarrollado como dominante siendo el hemisferio que lo controla el dominante.

Esto ocurre en el caso de la lateralidad cruzada en el que el ojo dominante puede ser el derecho y la mano la izquierda o viceversa. En ocasiones puede ser que el niño utilice su ojo dominante y la mano del otro lado. Estos son los casos en que durante el aprendizaje por un motivo u otro han desarrollado mayor habilidad con la mano contraria al ojo. A veces puede coincidir que realmente utilice esta mano para las acciones tanto cognitivas como innatas. En estos casos es importante realizar un trabajo de estimulación del cuerpo calloso para garantizar al máximo su función de conectar ambos hemisferios cerebrales.

En los casos de lateralidad cruzada que usa la mano dominante y el ojo del lado contrario, podemos sospechar de un problema funcional , como una ambliopía (ojo vago), estrabismo, defectos refractivos no corregidos (miopía...), etc... que haya condicionado la lateralización visual. Es importante acudir al optometrista para que pueda hacer una valoración precisa de la condición visual del niño.

Cuando no existe una jerarquización de nuestro cerebro ha de realizar un esfuerzo energético para compensar los problemas de manejo y acumula tensión.

El niño mal lateralizado, muchas veces, se comportará como ambidiestro, y presentará una falta de definición respecto a las coordenadas básicas manifestándose en las siguientes áreas:

  • En el aprendizaje o automatización de la lectura, la escritura y el cálculo básico.
  • Organización en un espacio y un tiempo.
  • Desorden de los puntos de referencia corporal.
  • Dificultad para situarse a la derecha o la izquierda del eje medio corporal, con lo que no integrarán el significado de estos conceptos.
  • Una marcada lentitud de "reflejos" y enlentecimiento de la velocidad de reacción, debido a la competencia que se establece entre ambos lados del cuerpo.

En muchas ocasiones muchos signos incluidos en el término de "dislexia" son fruto de una alteración de la lateralidad.

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